viernes, 12 de marzo de 2010

Las despedidas

Para mí nunca ha sido sencillo decir adiós a nadie, sobre todo si le tienes cariño y afecto, vamos, que algo se te va muriendo dentro (y no voy a irme por sevillanas jeje).

Ahora mismo, en este último fin-de-semana en España, se me presentan todas estas situaciones en las que realmente no sé muy bien dónde meterme. No creo que haga nada a lo grande, sino intentar ver a cuantas más personas mejor, y que al menos se me tatúen un poco más en la memoria, pues en eso tendré que refugiarme cuando crea que las cosas no funcionen - y tampoco es cuestión de ir de drama empress por Dublín (aún no jeje).

Si no puedo decir adiós, al menos un "hasta luego".

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